Jardines de Cooperación. Alexander Kluge llega a La Virreina

Alexander Kluge, cineasta, teórico y fundador ideológico del aclamado Nuevo Cine Alemán, presta su extensa obra a modo de retrospectiva por primera vez en nuestro país pero, ¿Cómo sintetizas semejante bagaje artístico (posee más de cincuenta y cinco piezas fílmicas, un sin fin de apariciones televisivas junto con varios ejercicios que entran más en el cuadro del videoarte) en tan solo un par de salas?

Valentín Roma, comisario de esta exposición y que saltó a la mala fama por tener que renunciar a su puesto en el MACBA tras exhibir la polémica pieza del Rey Juan Carlos siendo sodomizado, parece que ha intentado redimirse con esta exposición que, a pesar de contar con la colaboración del mismísimo Alexander Kluge, fracasa en casi todos los aspectos.

Quizá el problema radica en la cantidad material para mostrar y es que aunque solo existiese una pieza del artista, la facilidad para colocar y montar una sala de exposición es completamente nula. Igualmente, una buena parte del problema radica en que las protagonistas de las primeras salas sean grandes cartelas o la casi vergonzosa cutreza de que salga el símbolo de reproducción de Youtube en varias de las entrevistas. Todo esto te hace sentir que algo no irá bien en la visita por el resto del museo.

Alexander Kluge. Jardines de cooperación. La Virreina

Es tal la caótica ordenación de las cosas, por no hablar de lo blando que resulta en varios aspectos y es que todo parece estar mostrado por encima, haciendo que hasta el más estudioso de la obra de Kluge pueda sentirse perdido.

Todo esto la convierte en, desde mi punto de vista, una exposición altamente elitista y, lanzándoos una pregunta a vosotros, ¿Acaso los museos no deberían ser un medio de enriquecimiento para todos, sin importar nuestro conocimiento básico, estudios, capital o clase social? Resulta todavía más triste cuando reflexionas sobre el tema y te das cuenta que a mayores, La Virreina es uno de los pocos museos gratuitos en la ciudad y situado de forma muy cercana a un barrio históricamente marginal, El Raval. Igualmente éste es uno de tantos (por no decir todos) centros de cultura enfermos por el ferviente capitalismo y elitismo que parece reinar en el mundo del arte desde hace un par de décadas

Sin querer que esto termine como una simple crítica, aplaudo el estreno de varios cortos de Alexander inéditos hasta el momento y que ahora se pueden ver en la exposición además de, en la penúltima sala, encontrarse los famosos vídeos de Kluge y sus “personajes”.

Soy una persona a la que no le gusta dejarse llevar por las críticas, así que me gustaría recalcar que esto solo es una opinión más y les invito a todos los que estáis leyendo este artículo a visitar la exposición que estará hasta finales de Enero y juzguéis con vuestro propio criterio, ya que igualmente, resulta ser una exposición importante dentro de la cultura de España.

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