«Mimosas» de Oliver Laxe
Después de su proyección durante l’Alternativa, el pasado jueves 5 de enero se estrenó en Barcelona Mimosas, el segundo largometraje de Oliver Laxe. Se estrenó en el Zumzeig y el Cine Girona, y lo hará también en el Renoir Floridablanca, el próximo 12 de Enero.
La película narra una aventura épica en las escarpadas cumbres del Atlas Marroquí. Una caravana acompaña a un viejo Sheikh hasta sus tierras, donde quiere morir y ser enterrado. Morirá durante el camino, y dos viajeros buscavidas se ofrecerán para transportar el cuerpo. Paralelamente, Shakib es elegido para una misión; debe conseguir que estos viajeros, Ahmed y Said, no pierdan la fe y encuentren el camino adecuado. Shakib no los conoce, y ellos se mostrarán escépticos ante sus palabras. Pero Shakib está lleno de fe, confía plenamente en su intuición. Mediante tres actos señalados con tres títulos que remiten a las posturas del Racimo Zuma, la película nos muestra el crecimiento de los viajeros escépticos hacia la fe.
La película es algo así como un viaje místico, idea bien reflejada en la belleza compositiva y fotográfica del film. Es una película épica y en cierto modo clásica, aunque su complejidad conceptual indique lo contrario. El film busca un equilibrio entre el relato (lo narrativo), y la espiritualidad que esconde en el misterio de sus imágenes (lo no narrativo). Consigue, con éxito, evocar lo inefable a través de sensaciones incomprensibles que traspasan la racionalidad. El espectador se enfrenta a ciertas cosas que no puede entender (cómo por ejemplo el título, cuyo significado no es verbalizable y quizá sólo tenga sentido a nivel sensorial).
Oliver Laxe hace una especie de reinterpretación del género western. Se podría considerar un «western religioso» como dijo él mismo. Recuerda a la reciente Dead Slow Ahead que hace lo mismo con el género de ciencia-ficción, cuyo director Mauro Herce es el director de fotografía de Mimosas.
Resulta difícil comprender la película de entrada, si uno la mira con los ojos de la lógica. Pero a medida que avanza, las imágenes empiezan a absorberte. El extraño carisma del protagonista, Shakib, es innegable. Y la escena final supera toda expectativa. Hay una gran fuerza en las imágenes que es difícil de descifrar. El final requiere un «salto de fe» en el espectador, un salto que merece la pena realizar. Personalmente me impactó mucho, y me dejó pensando durante varios días.
La película fue rodada en Marruecos, y los actores son amigos del propio director. El rodaje fue una difícil y caótica aventura, probablemente tan dura y épica como la propia película. Después de 6 años buscando financiación, viajando y estudiando el sufismo, Oliver Laxe ha llegado al final. Las circunstancias del rodaje impidieron ejecutar las ideas previas del autor e incorporaron nuevos elementos espontáneos que modificaron el film, haciendo que la película sobrepase a su autor. He ahí la grandeza del cine, piensa Oliver Laxe. He ahí lo que impide que todas las películas sean iguales.
Durante todo este periplo habrá vivido un proceso de aprendizaje tal vez parecido al de los personajes, habrá aprendido a «someterse al camino» como defiende Shakib. Todo esto se nota en el film, que no parece filmado por un observador externo, sino por un personaje más. El mismo aprendizaje debe alcanzar el espectador, si quiere conectar con esta película. Hay que renunciar al entendimiento racional para poder disfrutarla.
El film ha ganado la Semana de la Crítica en Cannes, cómo ya lo hizo Oliver Laxe con su primera película Todos vós sodes capitáns (2010). También ha ganado el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine Europeo de Sevilla.
Oliver Laxe ya prepara su próxima película, Aquilo que arde, en la que explorará la fascinación del ser humano por el fuego. Esperemos que los premios recibidos por Mimosas le permitan realizarla pronto. Él confía en que sí, y en que su cine no quede apartado en los márgenes de la industria. Cree que es posible hacer un cine con alma que sea comercial, y que el público lo está esperando.
Y aquí tenéis la rueda de premsa de Oliver Laxe en el Festival de Cine Europeo de Sevilla.