Analizando el montaje de «La caza» de Carlos Saura.

Inicio de la película.

El primer plano elegido para presentar los créditos iniciales son los hurones, pero funciona como “flashforward” ya que los protagonistas aún no tienen los animales, ni están con ellos en ese tiempo y espacio. Está puesto ahí en el montaje como una manera de anticipar, porque realmente los van a recoger luego a la casa de Juan.

La forma de aprovechar los planos de los hurones los convierte casi en un personaje más de la película. Ya que el detonante de la matanza final, viene dado por la sangre fría de uno de ellos matando al hurón a traición.

El cascabel que llevan, funciona como sonido recurrente y como sonido de montaje.

El montaje señala a los personajes a raíz del cambio de plano. Cuándo llegan en coche al principio, justo cuando uno de ellos dice “perdona que venga mi cuñado”, del Amo monta un inserto rápido de Enrique bajando del coche. Como una manera de montaje explicativo. Igual que cuándo Paco dice, “vaya día eh Jose”, se produce un corte y el plano siguiente es justamente un plano corto de Jose. Reforzando esa presentación a través de la edición.

La música al entrar en el bar tiene mucha presencia, al igual que en toda la película, ya que el montaje juega muchas veces a convertir sonidos diegéticos en extradiegéticos y a la inversa. A nivel de cortes, en los primeros compases de la película los planos son más largos, para resaltar esa supuesta tranquilidad que tienen antes de la tormenta, hay menos cortes.

En toda esta parte se respira un ritmo apaciguado y se va sucediendo lentamente, con travellings, paneos, tiros de cámara más duraderos.

Luego van a casa de Juan, el propietario de los hurones para ir a buscarle, en este momento se nos presentan los animales que habíamos visto en los créditos iniciales. Como ya he comentado anteriormente, cuándo la mujer se refiere a ellos como animalitos, bichos o habla sobre ellos, del Amo monta un plano de los susodichos para reforzar el diálogo. Tiene una cierta predilección por montar de forma pedagógica. Alguien dice algo de otro y nosotros vemos justamente a ese.

Al llegar al coto de caza, Enrique se baja del coche y mira atentamente los agujeros que hay en la montaña, cuando el corte de montaje nos lleva a su punto de vista, empieza a sonar la música de los tambores encima de ese plano. Son agujeros de la guerra y los tambores que han escogido para la música que ponen son como de marcha militar. El montaje de sonido está muy bien elaborado porque la música entra en los momentos cruciales y con un significado.

Ya en el terreno de la cacería, “un buen lugar para matar” como dice uno de los personajes. Se empiezan a preparar y ponen la radio. Esta suena de forma diegética y la escuchan los personajes, pero luego evoluciona a extradiegética para bañar el montaje de la secuencia con música mientras preparan todo. A veces, los sonidos anticipan algún elemento visual y predecir algo que va a suceder y así llamar nuestra atención. En ocasiones, la ausencia de sonidos o pausas condicionan situaciones de angustia en el espectador.

Hay editados de forma continua unos cuantos planos mirando a cámara que se montan frontales, casi como diciéndoselo al espectador. Justamente son los planos que contienen frases importantes como “la mejor caza, es la caza del hombre”. Esos encuadres están dirigidos directamente al público.

La música acaba por corte directo y se produce una elipsis. Pasamos a ver las escopetas preparándose en planos detalles muy cortos. Todo el movimiento de armas es contrario al anterior y los ejes están montados de una manera que parece que se vayan a disparar entre si. Hay un plano en el que uno de ellos apunta y mira hacia la izquierda y el otro apunta hacia la derecha, parece que se van a disparar por como están situados, casi anticipando lo que pasará después.

En la secuencia en la que se insertan tantos planos de las armas, se puede interpretar un alegato al miembro viril, por la forma de las armas, por lo que representan todos esos planos detalles de objetos alargados entrando en agujeros. La manera de cargar las armas, llega subliminalmente a inducir que esas son sus únicas armas, las únicas con las que pueden matar, ya que no hay mujeres, solo Carmen que es una niña y las mujeres de sus vidas o están dejándoles, o ya no les quieren o tienen muchos problemas. Esa sucesión de plano y esa idea de cazar conejos para sentirse varoniles, da que pensar. Como dijo Saura en la charla que nos dio, se iba a llamar “La caza del conejo” y en Francia le dijeron que “en absoluto” que no se llamaría así ni de broma.

La llegada de Juan está construida a través de la mira del rifle, Enrique está apuntando hacia la montaña y se coloca sobre el plano el efecto de la mira telescópica. Recurso realizado y decidido en montaje. La decisión de escoger el plano de las piernas de Juan para presentar al personaje es perfecta. De todos los planos posibles, el primero que ponen, antes incluso que su cara, es justamente el que empieza desde el suelo para mostrarnos su cojera. Juan es tullido.

El montaje de sonido, incluye unas voces en off que nos hacen conocer mucho más a los personajes de forma subjetiva. Sus voces, van acompañadas de primeros planos para dar una sensación de que escuchamos lo que piensan casi desde dentro. Por ejemplo la voz en off de Enrique, oyendo sus pensamientos mientras mira el lugar y “tiene la impresión de haber estado antes”. También se realiza este proceso con los pensamientos de los demás personajes.

Paralelamente, el montaje nos lleva con Juan y su sobrina Carmen, para ver que están haciendo mientras los otros cazan. También es una forma de dilatar el tiempo de la caza, ya que montado de otra manera, parecería que nada más llegar al sitio ya estarían encontrando conejos. Aquí se construye un espacio temporal para que la caza dure más y tarden en encontrar las presas. Al irnos con otros personajes, no podemos discutir la continuidad o el tiempo de las acciones, ya que nos han llevado a otro lugar y ya no se tiene referencia.

En temas de sonido, el personaje de Luis, empieza a silbar justo antes de ir a por los conejos. Está silbando una canción que parece militar y ahí, Del Amo monta un plano general y lo mantiene. Deja que transcurra la acción de ellos marchándose con las armas casi a la guerra y el sonido del himno militar del silbido de fondo.

La película juega a editar algunos planos rápidos, que transmiten algo en ese momento o que te llevan a otros puntos de vista. Como el primer plano del conejo escondiéndose antes de que ellos lo vean y el perro vaya corriendo hacia él. Por un momento es como si nos escondiéramos con el conejo.

Cuando empiezan a cazar conejos, la tonalidad de los planos y el ritmo cambian. En el momento en el que interviene/participa un arma, el ritmo se acelera y los planos son más rápidos, con más cortes y movimientos rápidos de cámara. Todo se acelera y el montaje cobra más protagonismo. También influye mucho el montaje de sonido y ya no solo por la música, sino porque parte de la violencia está en los sonidos que ponen de los conejos chillando. Aunque el plano sea general, el sonido de los ruidos está aumentado de volumen para que se oiga en primer termino, así como los gañidos del perro, o las escopetas siendo descargadas. Son sonidos que destacan.

Esta secuencia vibrante de la cacería, termina por corte directo con el plano de la cámara de fotos y ellos posando para la foto.

En el instante en el que se retratan con los conejos conseguidos, vuelve la calma y se van a descansar. El ritmo del montaje vuelve a serenarse.

Otra de las cosas llamativas, es que los agujeros de la guerra están presentes en casi cada encuadre, casi todos los planos que se han incluido los tienen visibles al fondo para que el espectador no olvide de manera subliminal, que allí donde están cazando se libró una batalla en la guerra civil.

En la secuencia en la que se dividen en dos grupos, del Amo decide crear un montaje en paralelo con las dos parejas por separado, Enrique y Luis por un lado. Paco y Jose por el otro. Los primeros se van al pueblo con el coche y los otros dos se quedan en el coto enseñándole el cadáver de la guerra que tiene allí escondido. Hay que destacar en este montaje paralelo, un ejemplo de frase de referencia para editar, en la que unos mencionan la frase “¿Cuánto dinero necesitas?” y el corte decidido para empezar la siguiente es precisamente “todos necesitamos protección”. Usando el nexo de “necesitar” para dar continuidad en el diálogo. Mostrando la razón del corte en ese momento del plano grabado.

La película, tiene una tendencia a marcar algunos momentos de tensión con el referente de mirar a cámara. Deciden editar los planos frontales seguidos el uno del otro, para crear una sensación algo chocante. En el montaje están colocados así en las situaciones comprometidas, como el momento en el que Jose le pide dinero a Paco y éste le dice que no. Del Amo no pasa por ningún plano detalle, ni cambia la angulación, de modo que consigue que esa frontalidad despierte una extraña sensación en el espectador.

En este montaje paralelo con los que han ido al pueblo, hay una situación “analógica” en la que están hablando de los amigos y el “carnicero” está despellejando y mutilando al animal con un cuchillo. Del Amo monta la voz en off del pensamiento de Enrique justo en el momento en el que estás acuchillando al animal. Justo después de esta escena se produce una elipsis por corte directo y aparecen ya en el coche con el maniquí con forma de mujer incluido.

La calor sigue estando muy presente en todos los planos, cuándo llegan con el coche, el plano escogido para empezar esa secuencia es un plano detalle del hombro de uno de ellos. Está refrescándose la piel perjudicada por el sol. Sin hacer ningún corte, este plano pasa de ser muy cerrado en el hombro, a convertirse en un plano general del coche aparcando en el campamento.

La música de la radio sigue cubriendo la escena, la chica está bailando al son de la música y llega la hora de comer. Después de la comida llega la siesta, pero el cambio de plano funciona como elipsis y además como truco. Porque se monta un plano gran general del terreno con el sonido de los grillos presente y de esta manera ya se intuye un descanso, o una pausa en la acción.

En la escena panorámica de la siesta, Del Amo edita las voces de los sueños, pero el plano que elige para hacerlo es el de la radio justamente, porque nos parece que lo que oímos al principio es un sonido que proviene de la radio, porque veníamos del gran plano general y no teníamos referencias, pero realmente está sonando en la cabeza de los personajes y lo descubrimos según va evolucionando el plano secuencia. Vemos las distintas pesadillas que tiene cada uno, como por ejemplo Jose, soñando con las discusiones que tiene con su mujer. Cuando despierta, se produce un montaje de choque, ya que se pasa de un plano detalle del ojo, a un chocante gran plano general de uno de los personajes escondiéndose en una cueva. De esa cueva a lo lejos, pasamos a un plano de los prismáticos. De esos prismáticos vamos al plano subjetivo con el efecto circular de lo que están viendo a través de ellos. En esta secuencia, los elementos redondos le dan una unión de tonalidad. Ya que se juega mucho con la circularidad, montados tal que, ojo, cueva, prismáticos, visión del visor. Por otro lado, el personaje de Luis, que está despierto, camina dando vueltas al maniquí, mientras le recita cosas. La cámara lo acompaña mientras él va dando rodeos sin cortar.

Como reafirmaba en momentos anteriores sobre el montaje explicativo que utiliza Del Amo, cuando alguien habla de otro personaje, o la voz en off menciona a esa persona, el plano cambia y se enseña al susodicho.

“Todos hemos cambiado, pero Paco parece otra persona” y vemos un inserto de Paco dándose la vuelta en el colchón.

“Nos estamos asando vivos aquí encerrados” y colocan un plano de las montañas soleadas para reafirmar donde están.

Luis empieza a disparar contra el maniquí y del ritmo calmado que había en la siesta, pasamos a un cambio de ritmo, con más planos, patrón que ya ha realizado antes en las escenas tensas, cuando Jose va a pegar al amigo por disparar borracho, la música aumenta y el ritmo de montaje se acelera, establece una relación de música/velocidad. Al acabar el altercado, dos van por un lado, otros dos por otro, igual que en el montaje paralelo anterior, los va separando y poniendo por parejas. Muy pocas veces están los 4 unidos. El hecho de que exista una situación desarrollada por un lado y otra por otro, le da al conjunto contraste y analogía. El sentido del montaje es producir un fraccionamiento y una referencia de un plano sobre otro. El diálogo de los primeros repercute en los segundos. El espectador recibe una información que recae sobre la segunda. Lo que concreta un tipo de obviedad explicativa muy en primer término.

Aquí vemos llegar a los hurones, en este instante de la película en el que la tensión está por las nubes. Esos bichos que se nos mostraron al principio y que en este instante en el que llegan tendrán repercusión sobre el conflicto final.

Luis que está dolido, empieza a quemar cosas junto a Enrique, como forma de desahogarse. El fuego se descontrola de repente y todo el montaje se acelera. La música adquiere mucho más volumen, se añade el sonido de los cascabeles que llevan los hurones y los planos que insertan de éstos, nerviosos en la jaula, hacen que la escena sea más estresante. Del Amo aprovecha el elemento plástico del humo para meter cortes camuflados. De esta manera, la secuencia es mucho más homogénea gracias a que el humo permite esconder los cambios de plano.

Al conseguir apagar el fuego, deciden volver a cazar, sin reposar lo que ha sucedido, ni siquiera hablar de ello, en un montaje de dos planos, el montador nos sitúa en la caza.

Plano de los hurones en la jaula, justo cuando Juan dice “mejor momento para cazar con los bichos” el corte elegido en el siguiente plano son las madrigueras por la que los bichos entraran. El plano empieza en los agujeros y el Tilt Up de la cámara muestra a los personajes caminando hacia allí.

El montaje, lo usa para relacionar como ya ha hecho otras veces con los personajes. En el coto de caza, Enrique empieza a toser, tose por culpa del fuego anterior, ¿quién es el culpable de que él esté tosiendo? Luis. Y justo ahí, corte a Luis sentado en el coche. Ellos han ido a cazar, pero el culpable del fuego se queda leyendo en el coche, como si lo hubiesen apartado del grupo y ya no estuviese relacionado con ellos. Además, por sonido nos ponen su voz de lectura en off para que escuchemos lo que está leyendo.

Vemos como el hurón entra en la madriguera y los cazadores se quedan esperando fuera. Vemos la madriguera desde dentro casi en el punto de vista del hurón. Toda la escena de la madriguera es magnífica, por como se rodó, así que como montador entiendo que Del Amo aprovechase todo ese material y lo incluyese en el montaje.

Se produce una secuencia de persecución dentro de la madriguera, pero está montada como se haría en una persecución real, aunque esté sucediendo bajo tierra. Se trata con una edición de cazador y cazado. Inserta planos y contraplanos con el hurón persiguiendo y los conejos escondiéndose. También lo alterna con los cazadores que están fuera con sus pensamientos y inquietudes.

Volvemos al plano interior de la madriguera y se produce el ataque que hace salir a los conejos.

La escena en la que mata al hurón a traición, está montada de una manera que muestra al espectador que lo ha hecho aposta, tal como están colocados los planos y como aguanta el corte antes del disparo te muestra por montaje que pretendía matarlo. Luego, coloca un plano en el que se aprecia claramente el enfado de Jose y tarda unos segundos antes de cortarlo para dar esa sensación. Este acto es el detonador final que desata la masacre.

La tensión se empieza a acumular y los planos escogidos para estar en el montaje tienen mucha carga negativa. La violencia va en escala y todos los momentos de tensión van desarrollándose. El plano de Luis cargando la escopeta por si acaso. El plano de Jose sentándonse detrás del matorral solo, alejado de los otros tres. Cuando ellos hablan de Jose, se editan planos de él y le vemos como si fuera un depredador escondido tras la maleza. Lo que genera la mayor tensión, es el orden de planos, ya que vemos a Jose cargar el arma y apuntar hacia un sitio, y el siguiente plano nos muestra que en ese sitio está Paco.

Esa sucesión de planos y contraplanos son los que provocan el nerviosismo en el espectador.

En la última escena, antes de que salga el conejo y empiecen a disparar, hay una cosa que está muy bien indicada a nivel espacial. Me refiero a que si te pidiesen como espectador, que dibujases un mapa con la posición de cada uno, podrías hacerlo perfectamente. Porque previamente te han enseñado sus posiciones gracias al montaje y te puedes hacer una idea de como están situados en la zona. Tal como esta editado sabes que, uno esta en el riachuelo refrescándose, otro en el coche y el otro escondido en el matorral.

En el momento en que se producen los disparos y Jose dispara contra Paco, se muestran una sucesión de planos con la acción reacción de cada uno. Paco y Luis se enfrentan y eso nos lleva al duelo final que está montado con maestría. En el momento en el que se produce el ultimo disparo y Jose cae muerto, se acaba la música de forma instantánea.

A veces, cuando hablamos de la duración necesaria en una secuencia, o de finales que se alargan más de la cuenta, aquí hay que valorar y remarcar que el clímax final se produce en tan solo dos minutos. Toda la tensión acumulada durante toda la película se resuelve en una “batalla” final de dos minutos. Pero todo está perfectamente expuesto y editado de manera que no sea necesario más. Planos cortos y rápidos, alternando situaciones, montando y cortando a la velocidad de los disparos.

Cuando todos han caído, vamos por corte a un plano general, que también sirve de situación y descompresión, en el que vemos los cuerpos tendidos en el suelo. Están todos muertos menos Enrique.  En el mismo plano, que se convierte en un plano secuencia, Enrique sale corriendo y acaba siendo un plano muy corto de su cara sin haber cambiado de plano. La imagen se congela en medio de la acción y fin. El hecho y la decisión de terminar ese final con un solo plano y en medio de la acción aún lo hace más ejemplar.

Una duda que me planteo yo mismo, es que justo antes de terminar la película, Enrique sale corriendo hacia la derecha. ¿Ha terminado la guerra entre ellos y solo ha sobrevivido la derecha? ¿Casualidad en una película que se basa justamente después de la guerra civil española? Lo dudo.

 EPÍLOGO

Para añadir algunas cosas en un breve resumen final, comentar que el uso del montaje y de la cámara, hace que sea una película muy llamativa y simbólica a la vez, utiliza recursos estilísticos como el tratamiento de la luz o de la música de una forma que envuelve al espectador en un ambiente claustrofóbico e inquietante.

Hay que destacar que tiene un gran abundancia de primeros planos, que transmiten claustrofobia y que permiten estar más cerca de los personajes y sus pensamientos. Tanto primer plano funciona a la perfección en una película en la que ves el sudor caer por la cara de los personajes. Están sofocados, puedes ver sus camisetas empapadas, hay planos muy cerrados en los que vemos su piel tostándose al sol.

El calor está presente de muchas maneras. Pienso que el uso de tantos primeros planos tiene una gran parte de decisión en la sala de montaje, porque estoy seguro de que se rodaron muchos más planos, de muchos tipos de escalas y aún así, se podrían haber quitado o descartado, pero el hecho de dejarlos en el montaje final, se revela como una decisión en la sala de post producción.

La película tiene un ritmo bastante libre, la ruptura de la cuarta pared y la congelación de la imagen al final, los llamativos acordes musicales, travellings de acompañamiento, movimientos de cámara muy rápidos, etc…

Estéticamente es muy movida, es una película agitada y con un ritmo trepidante. Hay muchas cosas en el montaje que buscan chocar, violentar con los planos.

Se puede decir que esta película tiene muchos usos a nivel de edición, pero uno de los que está más presente es el “montaje rítmico”, ya que tanto los movimientos internos de los personajes y los movimientos rápidos de cámara, así como los zoom o los desplazamientos producen que haya mucho ritmo en las escenas de acción o tensión que lo precisan.

 

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