Luis Ospina, emisario de Caliwood

El grupo de Cali es uno de los más relevantes acontecimientos de la historia del cine en Colombia, cuya creación es tan relevante que se considera el hito fundacional del cine colombiano, aunque esto no sea de el todo cierto, pues ya desde 1897 llegaron cinematógrafos a el país americano y en 1922 se estrenaba el primer largometraje de ficción. Pero en fin, este error histórico arraigado es sólo el reflejo de la importancia que tuvo este grupo de jóvenes inquietos llenos de energía que, gracias a una posición social privilegiada, pudieron invertir su tiempo en el desarrollo de la experiencia audiovisual.

Este reducido club de jóvenes inspirados por el espíritu de la revolución cultural de mayo del 68; usando cámaras prestadas o robadas se dedicó a retratar las distintas realidades de la complicada sociedad colombiana des de los años 60 en adelante. Es así como por ejemplo en 1971 durante el desarrollo de los juegos panamericanos se dedicaron a cubrir los eventos deportivos desde el punto de vista de los ciudadanos más pobres, siguiéndolos desde posiciones incómodas, encaramados en los árboles del exterior de los estadios o viendo los juegos a través de rajas distantes, mostrando además las vidas de los habitantes marginales de los barrios que evitaban las cámaras de la prensa internacional.

Uno de los directores fundadores de este movimiento es Luis Ospina, quien por aquellos años da un salto importantísimo en su carrera con una irreverente pieza audiovisual Agarrando pueblo (1977). Una película que codirigió con su gran amigo, ya fallecido, Carlos Mayolo. En esta película, considerada por muchos el primer falso documental de América Latina, se presenta una dura crítica a una corriente fílmica de gran popularidad en los festivales por aquel entonces, hoy en día conocida con el triste nombre de porno miseria: estas películas se caracterizaban por retratar las realidades mas crudas de América Latina con el fin de proyectarlas alrededor del mundo y obtener el reconocimiento de la crítica; en palabras de Luis Ospina esta corriente se dedicaba a convertir la miseria en una mercancía.

En Agarrando pueblo los directores se filman así mismos de forma satírica en una especie de “making of” recorriendo las calles de la Cali de finales de los 70, cazando como carroñeros los distintos cuadros de miseria que pudieran capturar. Una película que no sentó nada bien en una gran cantidad de directores que ya habían convertido la porno miseria en su forma de vida.

Agarrando pueblo (Luis Ospina y Carlos Mayolo, 1977)

A lo largo de los años Luis Ospina ha seguido trabajando en una gran variedad de producciones, sumando a día de hoy mas de 30 largometrajes, tanto de cine argumental como documental y otras que se sitúan a mita de camino como la ya mencionada Agarrando pueblo o Un tigre de papel (2007) un documental que cuenta la vida y muerte de Pedro Manrique Figueroa, una persona que curiosamente nunca existió, por lo que nunca nació ni murió y por lo tanto no vivió, pero aun así el documental se creó y desde mi humilde punto de vista, es una de las piezas mas interesantes de la filmografía latinoamericana. Hay quienes dicen que los artistas mienten para contar la verdad, los políticos para ocultarla. En este caso Ospina narra con gran maestría la vida social y política de Colombia a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, a partir de la vida de un ser que nunca fue.

Siguiendo este estilo de temáticas puntuales para desarrollar hechos mucho mas amplios nace Todo comenzó por el fin (2015) una película personal en la que debido a un fuerte padecimiento de salud, Luis Ospina hace una retrospectiva de lo que ha sido su vida. Una vida completamente dedicada al cine, por lo que por medio de esta narración termina explicando, con gran detalle, el nacimiento y desarrollo de lo que posteriormente se conocería como el grupo de Cali. Del que ya se hablo brevemente en este escrito. Para los interesados, esta película se proyectará el próximo 10 de diciembre a las 19,00h en el cinema Zumzeig,  donde los asistentes tendrán la oportunidad de compartir una grata conversación con Luis Ospina al final de la proyección, con el fin de ampliar la comprensión de su obra aclarando cualquier duda.

Hoy en día sigue dedicando su vida al cine participando en distintos festivales, compartiendo su obra alrededor de el mundo e impulsando el séptimo arte en su ciudad,  donde ha dedicado un gran esfuerzo para consolidar su legado: el Festival internacional de cine de Cali el FICCALI. Del cual es director artístico.

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