¿Qué es una película de Apichatpong Weerasethakul?

¿De qué manera un director puede acercarse a lo humano de un arte como lo es el cine? Por parte del director tailandés, Apichatpong Weerasethakul, es a través de los sueños y la realidad, del día y la noche, fantasmas y lo tangente, la vida y la muerte. Encontrar un puente de conexión entre estas polaridades no a través de una búsqueda de lo lineal sino apegándose a lo ambiguo.

La primera interacción que tuve con este director fue con su más reciente largometraje, Memoria (2021), galardonando con el Premio del Jurado en la edición pasada del Festival Internacional de Cine de Cannes, y que se acaba de presentar, finalmente, en el Festival Internacional de Cinema d’Autor de Barcelona, y se anuncia un próximo estreno en salas comerciales.

Soy un fiel creyente de que cuando quieres empezar a ver la filmografía de algún director, no es necesario empezar con su primer trabajo. A mi parecer, puedes empezar con cualquier obra suya, la que más te llame la atención, pero la recomendación que puedo aportar es saber el tema en común que conecta cada uno de sus proyectos; ya sea algo genaral o los detalles más mínimos.

Escribo este texto para que sirva como un pequeño preámbulo, una introducción superficial de lo que puede llegar a ser el cine de Apichatpong Weerasethakul y cómo cada individuo puede llegar a interpretar de manera diferente una pieza cinematografía, es decir dar un punto subjetivo a lo objetivo.

No haré un análisis o un estudio comparativo, enlistando cada una de sus obras, sino las sensaciones a partir de alguna de las que he visto, a partir de mi primera exposición hacia él. De una manera también, quiero impulsar el consumo de algo que no vemos muy frecuente en el cine actual y que, afortunadamente, todavía podemos encontrar en las salas de cine.

Uno de los desafíos importantes que tenemos como cineastas, al tratar con este arte, es trabajar con la manipulación del tiempo para contar una narrativa; a la vez, encontrar esta voz “original” con la que nos queremos, no sólo caracterizar nuestro método de contar historias, sino también cómo se verán proyectadas a través de la pantalla. Vale la pena destacar cómo Apichatpong Weerasethakul distribuye sus ideas a través de sus proyectos cinematográficos que cuentan tanto lo mínimo de lo cotidiano, como también lo fantástico de lo cotidiano.

Rodaje de Memoria (2021)

“Las películas son una herramienta para reemplazar lo que se ve a través de los ojos y mostrarlo a través de una pantalla”. Esta frase del director me fascina porque me hace pensar que gracias a las películas, el aspecto sensorial de la vista, que para una mayoría de personas, es su campo sensorial predominante, cambia su característica humana universal, a humana subjetiva. Lo que busca Weerasethakul es, no solamente una interpretación del arte mismo, sino incorporar una experiencia no lineal. Algo a lo que hemos estado acostumbrados como consumidores del cine.

Se dice que el cine de Apichatpong Weerasethakul se podría categorizar como un “cine ambiental”, es decir, no se muestra la superficie de los elementos sino que se trabaja a través de lo subterráneo. Una manera de hacer cine sin llegar a lo artificial, “enseñar esa realidad cambiante en la que coexisten distintas temporalidades en distintas formas de vida, ya sean humanas o no humanas; fuerzas visibles e invisibles que su cámara conoce y pone en relación”.

Esto es una forma de describir lo que es una película en sí, una amalgama de elementos que encuentran una armonía. No se cuestionan por separado, sino en su totalidad, son una red de relaciones que interactúan y se mueven entre ellas y a partir de ellas. Claro que nosotros, al analizar una película, la segmentamos a partir de cada recurso de producción, pero en su esencia, cada una de ellas es dependiente de la otra. Apichatpong Weerasethakul denomina a esta relación como un Haiku fílmico.

Al principio del texto mencioné la relación que el director establece entre dos elementos contrarios para ejecutar una idea y veo que este puente entre estas dos ideas se funda por medio del arte visual, que lo denomina más específico como una densidad de imagen y sonido sumado a un caleidoscopio de historias que está impulsado a contar. Apichatpong Weerasethakul cuenta con una filmografía que no busca una respuesta o una explicación acerca de lo lineal de la vida: la exposición en lugar de la explicación.

Exposición Periferia de la noche. Fabra i Coats. 19 Febrero – 22 Mayo. 2022

Por último, como complemento a esta retrospectiva de Apichatpong Weerasethakul, quisiera recomendar la exposición “Periferia de la noche” que se encuentra en Fabra i Coats: Centre d’Art Contemporani hasta el 22 de mayo. En ella se pueden encontrar un gran número de proyectos cinematográficos  del director, desde los más conocidos como “Blue” y “Ashes” hasta su mas reciente colaboración con Tilda Swinton mientras rodaban “Memoria”. Lo que más vale pena de esta exposición, es la calidad en la que estos proyectos son presentados; además de los recurso visuales que utiliza Weerasethakul, el sonido emplea un recurso totalmente diverso que genera otra dimensionalidad a la propuesta en escena.

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