Crónica de Cannes 2023. Un paseo por sus obras no maestras y sus fracasos no absolutos

Es curioso llegar a Cannes a mitad de festival, parece que todas las cartas están echadas. Las obras maestras del año ya se han proclamado y los temidos fracasos ya están publicados en todos los medios de comunicación. La sensación constante es que los pobres directores y productores se juegan el éxito de la película en la que tanto han trabajado en una sola carta, el estreno de Cannes. Personalmente no he sentido que haya habido ninguna obra maestra en esta edición, quizá por culpa de las expectativas de encontrarme un Titane salvaje, pero aquí van unas pequeñas observaciones de las mejores películas que he podido ver durante mis tres días de acreditación.

Cuando pisé Cannes, los críticos ya habían coronado prematuramente a Aki Kaurismäki con la palma de oro, cosa que no acabó pasando, pero que sí evidenció el tremendo cariño que tienen por su cine, porque efectivamente, es una película puramente Kaurismakiana. Fallen Leaves, con sus horchatados personajes de inmensos corazones, sus miserias y amores, sus ciudades grises y karaokes llenos, es una película que para cualquier fan de Aki será casa.

Fallen Leaves de Aki Kaurismäki

Otra de las favoritas de los críticos fue Perfect Days, del también querido Win Wenders. Una oda a la vida sencilla a través de un personaje de lo más entrañable, interpretado además por Koji Yakusho, ganador a mejor interpretación. Un señor cuya vida se basa en trabajar limpiando los baños públicos de Tokyo, regar sus plantitas, ir al bar a por una cerveza, dar paseos en bici y leer. Un montón. La película nos permite vivir con él una semana de su tranquila vida, viendo cómo cambian pequeños detalles de su rutina y cómo otras se mantienen intactas. Todo se reduce a los pequeños gestos, un mensaje con un toque moralista con el que quizá no esté de acuerdo pero que no impidió que disfrutara y saliese con el corazón blandito.

La verdadera palma de oro fue en cambio para Anatomy of a Fall de Justine Triet, justa ganadora en una cosecha en la que no ha destacado especialmente ninguna de las películas. La película trata de un juicio, uno de los géneros que más me pueden aburrir, pero que en este caso consiguió atraparme. Es hipnótica la forma en la que la vida privada de la protagonista se va exponiendo para poder resolver el caso, analizando de forma matemática situaciones y conversaciones de lo más íntimas y vulnerables y donde descubrir qué pasó realmente no es ni por asomo a donde te quiere llevar la película.

Sin duda la que más ganas tenía de ver era la película de Alice Rohrwacher, que ya nos ganó el corazón por completo con su impresionante Lazzaro Felice (2018) (y yo fui María Felice cuando mi amigo me regaló la entrada para la premiere de La Chimera). Alice vuelve con un realismo mágico cada vez más felliniano y, por supuesto, con su amor por Italia. Por una Italia que más bien es una quimera, una Italia que existe solo en sus películas. Es una película en la que vas entrando muy poco a poco y sin darte cuenta te encuentras con escenas maravillosas que recuerdan a La Strada (Federico Fellini, 1954) o Las Noches de Cabiria (Federico Fellini, 1957). Personalmente la he notado más irregular que sus anteriores películas, quizá por ser más ambiciosa, por lo que mi recomendación para los grandes admiradores de Rohrwacher es ir con pocas expectativas y con ganas de entrar en un mundo melancólico y muy bonito.

La última película de Sección Oficial de la que pude disfrutar fue Club Zero. Para cuando entré en la sala ya había leído las pésimas críticas no solo de los profesionales sino del resto de acreditados que iban comentando las películas por el grupo de Whatsapp. La película de Jessica Hausner fue tan polémica que hasta se habló de palma de oro al tener a Ostlund de presidente. Sin ser para tanto, sí que se trata de una comedia negra bastante divertida y con una buena dosis de crítica a la moda de comer sano, casi una secta hoy en día. Bueno, para la peli sin el casi.

También pude ver algunas películas de la sección Certain Regard, donde tienen hueco títulos sin tanto presupuesto ni renombre pero que tienen algo que las hace especiales. Sin duda unas reglas que se cumplieron ya que vi mi película favorita del festival, la comedia iraní Terrestrial Verses, de Ali Asgari y Alireza Khatami. La propuesta es sencilla pero muy potente, escenas de un solo plano de gente lidiando con algún trámite del gobierno iraní. La comedia reside en lo surrealista de cada escena, lo que toma aún más fuerza al mostrarnos que tratar con ese gobierno es en realidad así de frustrante y ridículo. Una película ligera, divertida, política, nada pretenciosa, súper coherente y con un final de 10 que hace que todo Irán tiemble. Todo un milagro que la película se haya podido rodar. Vedla si podéis.

El resto de películas que pude ver son más bien olvidables pero lo que sí que quiero comentar es una de mis secciones favoritas de todos los festivales, la Sección Oficial de Cortometrajes. Como ya me pasó en la Berlinale, es una sección en la que te encuentras un poco de todo. Desde cortos de escuela en el peor sentido del término a diamantes en bruto con ideas formales y narrativas increíbles que solo podrías encontrar en ese formato. El ganador de la sección fue el corto de animación 27 de Flóra Anna Buda, un retrato muy íntimo de cómo es tener 27 años para la propia directora que nos ganó a todos con grito inicial de “¡MAMÁ, PAPÁ, ALICE SE ESTÁ MASTURBANDOOOOO!!!

Otro de los cortos de animación más comentados fue Le Sexe de ma Mère de Francis Canitrot, un stop-motion que relata el trauma que le causa a un cincuentón la libertad sexual de su madre incluso una vez muerta. Una historia divertida a la vez que perturbadora. La Perra de Carla Melo Gamper, el tercer corto de animación, trata también el descubrimiento sexual y el paso a la adolescencia de una joven pájaro con un estilo que no podía recordar más a The Wall de Pink floyd, con cientos de dibujos sobre fondo blanco coloreados con acuarelas que conformaban imágenes desagradables a la vez que inquietantes, pero oye, muy chulas.

Entre las ficciones de carne y hueso destacaría sobre todo el cortometraje de Khozy Rizal, Basri & Salma in A Never-Ending Comedy, una ‘comedia’ que empieza con una escena de violencia doméstica muy bien escrita y dirigida que deja muy mal cuerpo y hace que el resto parezca un poco Dancer In the Dark (Lars Von Trier, 2000), donde el número musical más que aligerar el tono lo vuelve aún más perverso. Una apuesta arriesgada pero muy bien resuelta y hasta divertida.

Los dos cortometrajes españoles completan el primer y último puesto en mi lista personal. Nada de todo esto de Patricio Martínez y Francisco Canton, tiene un tono extraño que no he llegado a entender en ningún momento, reforzado además por las irregulares actuaciones de las actrices. Menos mal que también competía Aunque es de noche de Guillermo García, un retrato costumbrista de una de las comunidades asentadas en La Cañada Real de Madrid. El cortometraje cuenta una historia tan sencilla como dos amigos que se separan, pero está contada con muchísimo estilo y mimo, merece la pena ya solo por descubrir estas comunidades y ver cómo viven. Se me hace difícil explicar porqué me gustó tanto, pero son este tipo de licencias que nos tenemos que dar de vez en cuando.

El resto de cortometrajes fueron menos memorables, frikis de instituto que hacen buenas migas con la guay, empresarias que matan gaviotas, otras que se meten en estafas piramidales, salmones con cuerpos de persona que viajan río arriba para poner sus huevos ¡y hasta chicas que vuelven a su pueblo!, una trama jamás contada en un cortometraje.

En general la experiencia ha sido muy enriquecedora. Ver el festival más importante del mundo de primera mano, ir a premieres mundiales de tus directores favoritos, conocer cinéfilos, directores y productores de todo el mundo y además ver películas todo el día, qué maravilla. Es divertido meterse en esa burbuja en la que todo lo que está ocurriendo parece tan importante, aunque no dejen de ser películas que podrás ver en las salas de cine en unos meses.

Y como extra dejo por aquí un pequeño video que hice con mi handy por el festival para quien le pueda interesar: Cannes2023.mp4 🙂

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