Architecton de Víktor Kosakovski
Architecton (2024) de Viktor Kossakovsky: El espacio como poesía visual
Viktor Kossakovsky compitió en esta Berlinale de 2024 en la competición oficial con su nueva película documental, en la que estaba de jurado Albert Serra. Su película no fue premiada y no ha tenido un estreno comercial en España todavía, pero a mi me dejó huella y fue de las películas que más me gustaron en esa edición, en la que de nuevo, per segundo año consecutivo (tras Nicolás Philibert con Sur l’Adamant), ganaba el Oso de Oro un documental, Dahomey de Mati Diop.
En Architecton, Viktor Kossakovsky nos invita a explorar el mundo desde un prisma inédito: la relación entre arquitectura y naturaleza como un diálogo perpetuo. Con una narrativa visual profundamente contemplativa, Kossakovsky transforma estructuras humanas y paisajes naturales en un ballet de formas y texturas, donde el tiempo se diluye y la experiencia sensorial toma protagonismo.
La película, que no tiene demasiados diálogos y con una banda sonora minimalista que mezcla sonidos urbanos con ecos naturales, nos fuerza a reconsiderar el lugar que ocupamos en nuestro entorno construido. Desde la monumentalidad de los rascacielos hasta la fragilidad de una hoja atrapada en una ventana, Kossakovsky aborda la arquitectura como un arte vivo, en constante cambio y reconfiguración, gracias a la acción de los elementos. Y lo hace de buen inicio con unas secuencias impactantes de las ruinas de la guerra de Ucrania.
Una de las mayores virtudes de Architecton radica en su capacidad para subvertir la perspectiva convencional y aportar en algunas secuencias unas vistas de la materia en movimiento que resultan hipnóticas. Las tomas aéreas revelan geometrías imposibles que convierten ciudades enteras en lienzos abstractos, mientras que los planos detalle exaltan la belleza inadvertida de lo cotidiano: una grieta en una pared, el reflejo del sol en una vidriera. Kossakovsky demuestra, una vez más, su maestría para fusionar lo grandioso con lo íntimo, un enfoque que recuerda a su trabajo en Aquarela (2018), pero aquí con un tono más meditativo.
Temáticamente, Architecton plantea una reflexión sobre el impacto humano en el paisaje y la capacidad de la naturaleza para reclamar su espacio. Las imágenes de edificios abandonados, lentamente devorados por la vegetación, se entrelazan con escenas de megaciudades vibrantes, creando un contraste que no solo es visualmente impactante, sino filosóficamente estimulante. Todo circula alrededor de un proyecto arquitectónico y filosófico del arquitecto Michele de Lucci, que aporta el valor emocional y humano a la película, en contraposición a los paisajes y la naturaleza predominante.
La apuesta formalista de Kossakovsky se sustenta en una ausencia de una narrativa tradicional y la insistencia en largos planos estáticos que exigen la atención del espectador para entregarse a la propuesta fílmica. Experiencia que en mi caso, fue gratificante.
En definitiva, Architecton es una obra que trasciende el cine documental para situarse como una experiencia artística total. Kossakovsky nos recuerda que la arquitectura no solo es la manifestación de nuestras aspiraciones humanas, sino también un espejo de nuestra fragilidad frente al tiempo y los elementos. Un filme que, al igual que los grandes edificios, necesita ser contemplado con paciencia y devoción para revelar su verdadera esencia.
Aquí el tráiler: