Carta blanca a Jaume Plensa. Filmoteca de Catalunya

En estos tiempos de confinamiento solidario el cine, las series y el mundo audiovisual se hace mucho más presente como compañera del hastío que puede significar el encierro prolongado al que nos vemos forzados.

Jaume Plensa en la Filmoteca de Catalunya

Para el que esto escribe, una pequeña desventaja entre todas las que suman las condiciones de estos tiempos es el cierre de los cines, especialmente de la Filmoteca de Catalunya, que siempre tuvo una oferta tan variada de películas de todas épocas, géneros y gustos. Afortunadamente, tengo el programa mensual de marzo a la mano y me parece buena idea compartir un ciclo que había llamado mi atención, por que trataba uno de los géneros netamente cinematográficos, el noir o cine negro, y por qué contenía algunos títulos que adoro y otros que hacía tiempo tenía pendientes para ver. El ciclo se llama Carta Blanca a Jaume Plensa, quien nos regala la compilación de estos títulos, ya todos clásicos de sus respectivas épocas y localidades.

 

Tinker Tailor Soldier Spy (El topo, 2011) de Tomas Alfredson

El director sueco que trajo años antes Déjame Entrar (2008), la película de vampiros quizá más alabada del nuevo siglo. Esta película está basada en una novela de John Le Carré, que ya ha sido adaptada anteriormente al cine, y sigue las intrigas en la cúpula del servicio secreto británico durante la Guerra Fría, donde se cree que hay un topo ruso infiltrado. Descrita por Carlos Prieto como la película de espías “Anti James Bond”, es una película que sirve como antípoda del glamour con el que normalmente se familiariza el universo cinematográfico de los espías. Es una película cerebral que exige la atención del espectador mientras se anuda la intriga y las piezas se despliegan, donde los personajes, a veces sin un protagonista claro, juegan al ajedrez en una atmósfera paranoica y decadente. No es el glamour de James Bond, sino lo que sería este y M 30 años después, queriendo ya acabar y retirarse de una vez. Con un elenco estelar, encabezado por Gary Oldman, quien recibió su primera nominación al oscar, están Colin Firth, Tom Hardy, Benedict Cumberbatch, John Hurt y muchas más personalidades británicas. Una película diferente.

The big Sleep (El sueño eterno, 1946) de Howard Hawks

Con Humprey Bogart y Lauren Bacall como pareja protagonista, es uno de esos títulos legendarios de la época dorada de Hollywood. Si se lee sobre ella, se la describe como un caos argumental, seguido de la afirmación de ser los noir mejores escritos de todos los tiempos. Y es verdad. Es una película con una trama rebuscada que se va complicando con cada minuto que pasa, pero que se recuerda por sus grandes momentos, y que se disfruta por ser uno de los grandes exponentes de las virtudes del género, los diálogos ingeniosos, el personaje guaperas de Bogart, la química tan bien lograda por la pareja protagonista, e incluso la cada vez más incomprensible intriga resulta un atractivo de una película juguetona y feliz de explotar al máximo las convenciones del cine negro

Eastern Promises (Promesas del este, 2007) de David Cronemberg

El maestro del gore y gurú de la “carne nueva” del cine David Cronemberg hace su contribución al cine negro en 2007. Tiene las típicas del director: una dirección firme y efectiva; altas dosis de sadismo y sangre y unos actores dando todo de sí. El director encuentra en el mundo de la prostitución manejada por la mafia rusa en Londres terreno fértil para explotar una historia con las dosis de impacto de las que es capaz. Viggo Mortensen, que ya brilló en Una Historia Violenta (2005) consiguió una nominación al oscar por esta cinta. Ambientada en Inglaterra en el presente, una mujer, por azares del destino se va internando en los rincones más oscuros de la mafia rusa. Una cinta que describe los rígidos y brutales códigos por los que viven y mueren los mafiosos y los oscuros rincones por los que se mueven, y con una de las escenas de pelea más recordadas de los últimos años. Quizá no funcionen todos sus elementos, pero su atmósfera, el oscuro mundo que retrata y sus golpes de efecto no dejan indiferente.

Touch Of Evil (Sed de mal, 1958)

Uno de los grandes clásicos de Orson Welles. El noir resulta un territorio perfecto para el estilo barroco de Welles, que con sus tomas aberrantes y sus claroscuros pinta un baldío donde se mueven un montón de personajes repugnantes por las sombras mientras un detective mexicano (Charlton Heston, ¿quien mejor para encarnar a un mexicano?). Un trabajo de encargo que estaba casi destinado en ser un thriller más del montón, encontró oro en el personaje de Quinan, al que hizo suyo (y al que le robó el protagonismo nada más ni nada menos que a Charlton Heston, quien al parecer no tuvo problema con esto). La película es famosa hoy por su plano secuencia inicial, un prodigio de técnica (aunque toda la película deslumbra en su realización) pero es el detective gordo, racista, corrupto y moralmente ambiguo: “un gran detective, pero un pésimo policía”, Quinan, la gema de la película, perfectamente interpretado por Welles; es uno de los villanos más icónicos del celuloide. Una de las grandes películas de uno de los grandes directores del cine.

Miller´s Crossing (Muerte entre las flores,  1990) Ethan y David Coen

Estos hermanos son quizá los más destacados directores norteamericanos de su generación. Grandes hay muchos, pero ellos han sido indiscutiblemente los que jugaron mejor que nadie con las convenciones de los géneros en los que circunscribían sus películas. Muerte entre las flores es juguetona con los tópicos del género: diálogos chispeantes y veloces, triángulos amorosos, coqueteos ingeniosos, traiciones, intrigas y problemas que se van complicando minuto a minuto, y sombreros; nunca una película ambientada en los años 20 destacó tanto los sombreros que usaban los hombres en aquella época. Pero al tiempo que se divierten con esto, y sirviéndose de una historia excelentemente construida, crean momentos para el recuerdo uno tras otro. Es una película llenas escenas memorables y cuyo conjunto está a la altura de sus partes. Quizá es la mejor película de cine negro de los noventa.

En este ciclo encontrarán más películas y de otros tipos, pero este artículo está dedicado a las de este género. Son un gran inicio para el que quiere divertirse con historias de detectives, misterios, y traiciones en este universo tan reconocible.

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