“Si los recuerdos pudieran ser enlatados, ¿también tendrían fecha de caducidad? Si es así espero que duren siglos.”

 

Chungking Express (1994), es la cuarta película del director hongkonés Wong Kar-wai y la que le dio fama a un nivel internacional. Fue realizada en su totalidad en menos de tres meses, incluyendo la distribución, mientras estaba terminando la post producción de su anterior film, Ashes of Time (1994).

Antes de empezar a hablar sobre la película creo que es importante que hagamos un pequeño inciso en el contexto histórico que envuelve la película. A mediados de los años 90, Hong Kong estaba sufriendo unos tiempos con mucha incertidumbre, debido a lo que iba a suceder en 1997: acababa la cesión de perpetuidad en la que imponía que Hong Kong pertenecía al Reino Unido y por lo tanto volvería a pertenecer a China. Y estaba el sentimiento de no saber que iba a pasar por el tema de que al estar China y Hong Kong separados tantos años, habían desarrollado diferentes tipos de vidas y costumbres. También estaba el sentimiento como país de no tener una identidad propia. Y lo único que podían hacer era esperar a que el tiempo pasara y ver qué sucedía. Y esto es de lo que quiero hablar en este artículo: como Wong Kar-wai trata la cuenta atrás y como usa el tiempo y refleja su paso en Chungking Express.

Wong Kar-wai con Christopher Doyle (Director de fotografía) delante del Midnight Express

Primero hablaré de qué trata la cinta que nos atañe. La película está fragmentada en dos historias rodeando las vidas de dos policías, los cuales han sufrido rupturas con sus parejas y cada uno lidia con ello a su manera. No se nos dice el nombre de ninguno de ellos, solo sabemos que son el agente 223 (primera historia) y el agente 663 (segunda historia). El primer agente podríamos decir que es el más activo en su historia. Se dedica a comprar una lata de piña cada día, con fecha de caducidad 1 de mayo, fecha de su cumpleaños. Afirma que, si para entonces su pareja no ha vuelto, su relación habrá caducado al igual que la piña. Llega el 1 de mayo y efectivamente su pareja no vuelve, es su cumpleaños y está totalmente solo, no tiene amigos ni gente con la que estar. Va a un café y allí conocerá a La Mujer de la Peluca Rubia. Al espectador ya se nos ha presentado previamente: es una narcotraficante que ha sido engañada por unos indios, haciéndole perder una mercancía de cocaína. Ella es amenazada por su contacto de que recupere la mercancía, con fecha limite 1 de mayo. Como no es capaz, antes de ser ella asesinada elimina a su contacto. Y entonces, como contaba anteriormente, va a dicho café y allí se encontrará con el agente 223. Se quedan bebiendo toda la noche, hasta que finalmente se van a un hotel, en un principio a tener relaciones sexuales, pero ella se duerme y él se queda toda la noche viendo películas antiguas, comiendo ensaladas Chef y patatas fritas. Por la mañana él se va de la habitación, a correr, para evitar llorar. Tiene la teoría de que cuando corres reduces el exceso de agua de tu cuerpo y así no lloras. Y a tan solo unos pasos de marchar, recibe un mensaje; un mensaje de “feliz cumpleaños” de La Mujer de la Peluca Rubia. Para él es un momento mágico que nunca olvidará. Y de ahí, tras una escena que vemos del pasado de cuando la mujer mató a su contacto, pasamos a la escena que hace de transición a la segunda parte del film. El agente 223 va al bar Midnight Express, donde se encontrará con Faye, una de los dos protagonistas de la segunda historia. El agente 223 la ve y le gusta, pero dice refiriéndose a ella “pero 6 horas más tarde se enamoraría de otro hombre”. Y aquí se nos presenta al agente 663 y sutilmente somos introducidos a la segunda historia de la película.

Chungking Express (1994)

En esa segnda historia veremos como el agente 663 va cada día al bar Midnight Express a comprar una Ensalada Chef para su pareja. Un día el dueño del local y tío de Faye le propone que le lleve otra cosa de comer, para variar. Él acepta y pide pescado con patatas. Al día siguiente vuelve y pide de nuevo pescado con patatas contando que a ella no le gustaba la Ensalada Chef. El dueño del local le vuelve a decir que pruebe otra cosa, esta vez pizza. El agente 663 acepta. Al día siguiente vuelve y pide un café solo: ella le ha dejado, quiere probar cosas nuevas. En todas estas interacciones está alrededor la ya mencionada Faye, la cual está enamorada del agente 663. Un día, cuando el agente libra viene su expareja al bar pensando en encontrarse con él para darle una carta de despedida y las llaves del piso. Como no viene deja las llaves en el bar. Faye abre el sobre, lee la carta y ve que están las llaves del piso. Entonces empieza a ir a su casa cuando él no está y sin que él lo sepa. Hasta que un día le descubre y simplemente se duermen juntos en el sofá. Un día quedan para una cita, en el bar California. El día de la cita, Faye se va a California (Estados Unidos) mientras él espera en el bar California. En un momento llega el tío de Faye y dueño del Midnight Express a darle una carta de parte de Faye: una servilleta simulando un billete de avión con fecha 1 año más tarde. Ese mismo día, un año más tarde, se volverían a encontrar y sería cuando su relación comenzaría.

Chungking Express (1994)

Una vez explicado su argumento, procederé a desarrollar lo que adelanté más arriba: cómo usa y cómo refleja el paso del tiempo Wong Kar-wai en Chungking Express. Desde el principio de la película vemos un paso del tiempo extraño. Empezamos viendo a La Mujer de la Peluca Rubia, y la vemos filmada en un tipo de técnica cinematográfica llamada “step printing”, que consiste en grabar a menos fotogramas por segundo de lo normal, para luego duplicar o triplicar los fotogramas y acabar reproduciéndolo en el estándar, 24 fotogramas por segundo. Esto da una sensación del paso del tiempo muy extraño e inusual, donde sentimos que todo va muy rápido, pero en realidad todo va muy lento. Ya empezamos a sentir una especie de desorientación. Además, esta escena, como el resto de la película, está rodada con cámara en mano y con un montaje muy acelerado, con mucho nervio, que añade más desorientación al espectador. Así pues, desde  la primera secuencia, Wong Kar-wai pone sus cartas sobre la mesa. De La Mujer de la Peluca Rubia, pasamos al título de crédito. Y tras ello vemos varios timelapses de nubes, moviéndose a una velocidad que no es normal, en unos van más rápidas, en otros más lentas y en otros van a trompicones. Y pasamos a ver al agente 223 también filmado en step printing, él va corriendo persiguiendo a un criminal. En un momento dado, el agente y la mujer se chocan y se nos habla de uno de los lemas de la película “Nos codeamos todos los días. Puede que no nos conozcamos, pero quizá seamos buenos amigos algún día”. Cuando se encuentran también hay una distorsión del tiempo: en el momento del choque, el tiempo se ralentiza muchísimo, incluso congelando algunos fotogramas durante un corto periodo de tiempo. Y finalmente, el plano que finaliza la secuencia es el de la mujer en un plano congelado durante unos segundos mirando al policía corriendo. En estos dos minutos Wong Kar-wai ya nos ha expuesto la mayoría de técnicas cinematográficas que usará durante el film, además de adentrarnos en la historia con mucha fuerza. Y digo la mayoría porque en el minuto 56 vemos la que quizás me parezca más interesante y que no habíamos visto hasta ese momento. Y es cuando Faye le dice que la expareja del agente le ha traído la carta. Él le dice que se la guarde un tiempo y permanece solo, tomando un café, con Faye cerca. Wong Kar-wai decide, en ese momento, filmarlos de una manera curiosa: en primer termino tenemos a ciudadanos circulando por la calle, filmados en un time lapse acelerado. Y en segundo termino, tenemos a los dos protagonistas en el café, filmados en slow motion. Esta técnica provoca una sensación de aislamiento de los persojanes, que se ven desconectados del mundo que los rodea.

 

Chungking Express (1994)

El tema que atañe a este artículo no se limita exclusivamente a la técnica cinematográfica, pues las historias que nos cuenta también son un retrato del paso del tiempo, de la cuenta atrás. El ejemplo más evidente es el de las latas de piña. El agente 223 compra una cada día y si para el 1 de mayo su ex pareja no ha vuelto, la relación habrá caducado. Y él simplemente espera. Hasta que llega el 1 de mayo y nada ha cambiado, más allá del hecho de que ella no ha vuelto y probablemente nunca lo haga. También conectando con esta historia está la de la mujer de la peluca rubia, ella está desesperada por encontrar la mercancía de droga antes del 1 de mayo, pero al ver que no va a ser posible toma cartas en el asunto y mata al contacto. Ya no espera a nada porque lo que le ocasionaba los problemas ya no existe. Luego vamos a la historia del agente 663 y Faye, donde no tenemos una concepción muy clara del tiempo, los días simplemente van pasando sin que seamos totalmente conscientes y sin saber cuanto tiempo ha pasado entre la primera secuencia y la última, antes de su marcha a California. Luego, cuando ella está en California, hay una elipsis de un año y ella ya ha regresado. Para nosotros, los espectadores, este paso del tiempo no ha durado ni un segundo, es totalmente automático. Para nuestros protagonistas ha sido un año entero, de vivencias, de pensar el uno en el otro y, sobre todo, de esperar.

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