Nanni Moretti ha sido un director con bastante renombre gracias a los trabajos que ofrece a lo largo de su filmografía. Premios y reconocimientos a lo largo de los tres festivales internacionales de cine: Berlín, Cannes y Venecia. Respeto por parte de sus contemporáneos italianos; pero por mi parte, esta proyección de Tre piani (Tres pisos, 2021) ha sido mi primera interacción con algún proyecto cinematográfico de este director (lo cual es una confesión que me da vergüenza exponer, siendo un licenciado en Cine y Televisión).

La película inicia con un accidente automovilístico, en la madrugada, involucrando a un joven conductor (Andrea), bajo estado de ebriedad, atropellando a una mujer y finalmente impactándose contra un edifico, locación principal de la película y por la cual ésta toma su título. Un edificio, ubicado en la ciudad de Roma, en donde habitan distintas familias (de clase social media-alta) son despertadas y se convierten en espectadoras de este accidente y sus consecuencias: una mujer arrollada en mitad de la calle y un coche impactado en el estudio del piso bajo del edifico.

Tres pisos (2021)

Los vecinos se ven más preocupados ante el joven conductor que la mujer posiblemente muerta en la calle, el hoyo provocado por el accidente parece pasar a segundo plano para los dueños de la residencia destruida y la única preocupación de todos es si el joven podrá evadir algún castigo judicial. Es en esta primera secuencia donde Moretti introduce con lo que quiere trabajar a lo largo de la película, los personajes no reaccionarán de forma habitual ante los conflictos que se les presentan incluso, en lugar de solucionar, generan un conflicto más grande, creciendo de manera potencial, en lugar de corregirlo.

El accidente del coche es solamente uno de los varios conflictos a tratar durante la película. En cada piso del edifico vive una familia y cada familia tiene su historia por desenvolver. El piso inferior, dañado por el choque, pertenece a un matrimonio (Lucio y Sara) con una hija, Francesca; quienes enfrentan un posible caso de pedofilia relacionado con la pequeña y un vecino de la tercera edad (Renato). Los padres del joven Andrea, Dora y Vittorio, dos jueces pertenecientes al poder judicial de la ciudad, se ven en la necesidad de encontrar la mejor alternativa para que su hijo escape de un tiempo en la cárcel. Mientras que en el último piso se encuentra una mujer embarazada, Mónica. Sobreviviendo la maternidad (y posiblemente un caso de salud mental hereditario) mientras que su pareja trabaja lejos de ella.

Esta premisa se escucha verdaderamente interesante ya que nos introduce a una narrativa satírica en la que la clase burguesa busca respuestas dentro de sus propias limitaciones. Dentro de estas mismas limitaciones se asoma la verdadera temática que gira alrededor de la película: la búsqueda de perdón y su absolución de la culpa. En ocasiones el camino que adopta el director da una esencia de telenovela, lo cual no es algo negativo, pero dudo que este haya sido el objetivo que quería él con esta película. Existe una dirección por parte de Moretti hacia una comedia negra relacionada con la crítica de esta clase social, por parte de los diálogos que, en pocos casos, logran ser cómicos, pero en su mayoría, pude llegar a ser ridículos.

Tres pisos

Los subtemas que se desarrollan en cada historia (pedofilia, clasismo, adulterio, violación) son tópicos sociales actuales que pueden llegar a generar controversia por la manera en cómo se pueden manejar con el fin de dar desarrollo a la historia. Un ejemplo de esto es la relación entre el personaje de Lucio y la nieta de Renato, Charlotte. Creo que esta misma búsqueda de humor negro rebasa la línea de sutilidad con la que este género es conocido y genera una conclusión fácil de llegar y barata, incluso puede interpretarse como innecesaria.

Aunque es una película de varias historias encapsuladas en una narrativa, Moretti logra completarlas al llegar a los créditos, lo cual en este tipo de proyectos es una tarea compleja. Las actuaciones te logran adentrar a esta representación de lo absurdo de la clase burguesa en Roma, aunque el tono a veces logre confundirse por ella misma. Creo que ha sido un buen inicio para mí empezar a ver la filmografía de Nanni Moretti con Tres pisos porque creo desde este punto, con lo que resta de sus proyectos, todo sería ir para arriba.

 

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